Madre naturaleza manda:
- Lluvia!!! Ponte el impermeable!!!
- Sol!!! Quítate el impermeable
- Lluvia, gris, sol; Lluvia, gris, sol….
Después de las lluvias de Alemania, nos cayeron también las de Austria. ¿Y, por qué no? Los dos países se parecen como dos gotas de agua!!!
Y ya que el idioma es el mismo, pudimos aprovechar para perfeccionar nuestro vocabulario en alemán: Guten Morgen (buenos días), Hallo (hola), Bitte (por favor), Wasser (agua) et Dank (gracias). También, en nuestro camino -como en Alemania- pudimos evitar todos los lugares con pancartas que comenzaban con un « Achtung » (cuidado) o que terminaban con un « Verboten » (prohibido). De éstas últimas hay muchas!!!
La lluvia nunca viene sola, así que mosquitos y moscones, avispas y cuanto bicho del mismo estilo nos abordaron y nos acompañaron durante varios días. Cada mañana nos contabamos los nuevos piquetes. Un poco de pomada y un mucho de consuelo: lo que no nos mata nos hace mas fuertes!
Durante los 10 días que pasamos en Austria, visitamos principalmente la ciudad de Linz, el Campo de Concentración de Mauthausen, Melk y Viena (y la Plaza México).
Tuvimos la suerte de cruzar sólo austriacos simpáticos y serviciales. Algunas veces, el simple gesto de abrir nuestro mapa para ubicarnos, suscitaba un encuentro. No todo el mundo habla el inglés (y el nuestro tampoco es perfecto -what?), pero cuando faltan las palabras aparecen los gestos y, mágicamente, la comunicación se establece. No obstante, en nuestra incompetencia lingüística, la incomprensión de ciertas informaciones (de ruta, de historia, de cocina, etc.) nos importunan y nos frustran… Ni modo. Lo aceptamos como parte del exilio.
Fue entre Passau (frontera alemana) y Viena, que el número de viajeros en bicicleta aumenta considerablemente. Algunas veces, hemos visto familias enteras, de tres o cuatro hijos, pequeños, medianos y grandes, felices viajando todos en bicicleta. ¡Fenomenal! Y, ¿saben ustedes por qué un viajero en bicicleta no dirá nunca ¡Animo!, a otro viajero? Porque los dos saben que viajar en bicicleta es un verdadero placer. Así, cuando se despiden, simplemente se dirán: “buen viaje y aprovecha bien!”
Para nosotros, este viaje se vuelve cada vez más fascinante, cada vez mas soleado (esperemos que el sol nos dure), cada vez mas mágico. Cada día avanzamos un poco, cada día tiene su propio encanto, su propia luz, su propia revelación!!!
Todo esto me hace pensar que Dios nos dio
Todo esto me hace pensar que Dios nos dio
El cuerpo para experimentar
La inteligencia para aprender
Y el mundo para descubrirlo!
¡Atrévete soñar y a realizar tus sueños. El mundo espera sólo eso!!!
