Nos encontramos actualmente en Ancenis, en el Departamento de la Loire Atlantique,
donde por fin podemos aprovechar de un camping con conexión wifi para
dar algunas noticias.
Diez
felices días acaban de pasar para nosotros en las orillas del canal de
Nantes a Brest. Una vez que nuestra carga excesiva y mal equilibrada fue
corregida, luego de nuestra primera parada en Morlaix (45 km de
Plouescat), retomamos nuestro camino por la Vía Verde. Al día siguiente,
salimos en dirección de Carhaix, lenta y apaciblemente para tratar de
poner nuestras pantorrillas en buena condición y disposición.
A
lo largo de 457 km, nuestro trayecto desde Plouescat, el canal de
Nantes a Brest acaba de concluirse ayer, martes 31/05 bajo un cielo
radiante, la mayor parte del tiempo. En las orillas del canal, la vida
es particularmente abundante (sobre todo las formas biológicas de 4 y 6
patas) y todas las tonalidades del verde están presentes. Este cuadro
natural, atrae a nuestros similares (los de 2 ruedas) y esto propicia
frecuentes contacto y algunas veces, encuentros muy interesantes. Como
el que hicimos con el Sr. EdV (y su hermano, tal vez), que amablemente
nos mostró y nos explicó el funcionamiento de su alambique en la
fabricación de aguardiente a partir de cidra de manzana. Instalado en su
fábrica rudimentaria, luego de sus comentarios, nos regaló una copita
del alcohol resultante de su trabajo. (Naturalmente, sólo bebimos unas
cuantas gotas).
Las
orillas de este canal atraen a gente de todas partes del mundo y a
nosotros nos sorprendió el número de australianos que vienen aquí
solamente para recorrer los paisajes en bicicleta. Algunos jóvenes y
otros menos jóvenes, numerosas personas vienen desde países lejanos,
para aprovechar de la tranquilidad y del horizonte que este camino nos
ofrece.
Los
que practican el senderismo, la bicicleta, la caminata, la equitación,
el alpinismo, el kayak, así como los obreros, los escolares, los
artistas… todos se dan cita en las orillas a lo largo del canal para
darle mantenimiento o para utilizarlo, para pasear o para posar, para
chapotear en sus corrientes, para dar o para tomar un aliento de vida!!!
En
este cuadro lleno de color y luz, pasible y generoso, el día se nos va
volando y así nos adaptamos, poco a poco (pero no sin raspones para
Gema) a nuestras bicicletas y también a nuestro nuevo espacio, a nuestra
nueva tienda de campaña e incluso a nuestra nueva parrilla de
gasolina…. Nuestro nuevo ritmo nos llena de vida las narices y de
paisaje los ojos. ¡Difícil no apreciar cada instante!
El
viernes 27/05, llegando a Malestroit, tuvimos la suerte de encontrar a
nuestros hijos Anne y Antoine, y a François (amigo de Anne). Juntos
pasamos una velada súper divertida (Esperando que la próxima vez que
Marco y Anne-Prune estén presentes también).
El
sábado 28/05, por la tarde llegamos a Redon (y no Paredón) donde fuimos
acogidos por nuestros anfitriones Marie-Françoise e Yves. Gracias a
ellos dos, pasamos un fin de semana en un intercambio cordial, cultural y
caluroso. Desde esta parada en Redon, y gracias a Marie-Françoise,
todas las mañanas comemos granos de goji (vale la pena buscar la
traducción). Los aportes en vitaminas, antioxidantes y otras bondades
que contienen estos granos son sin igual. Los invito a consumir un poco
cada mañana, además son tan sabrosos como los coquitos negros. Gracias
por todos tus consejos Marie-Françoise.
Mañana desde esta ciudad de Ancenis, comenzamos nuestro pasaje por el Loira.
Que el sol y la buena suerte sigan con nosotros y ustedes en nuestro corazón!!!
Hasta la próxima!!!
Reseña histórica
La Vía Verde Morlaix – Cahaix
En 1879, el estado Francés impone la construcción de vías férreas con el fin acercar a los habitantes a una distancia máxima de un medio día en bicicleta de las estaciones del ferrocarril,
La Compañía del Oeste construye 5 líneas dispuestas en estrella alrededor de Carhaix.
La primera línea, construida en 1891, mide 49 km y lleva de Morlaix a Carhaix, con 1 m de separación entre los rieles.
A partir de los años 50, la actividad férrea comenzó a declinar con el desarrollo de las carreteras y sin la posibilidad de mejorar el sistema métrico para permitir el paso de los trenes rápidos.
Esta vía fue definitivamente cerrada en 1967 y es la que sirve actualmente de ciclo pista y vía natural de paseo y senderismo.
El Canal de Nantes a Brest
El proyecto de enlace entre Nantes y Brest por vía acuática interior nace con el Antiguo Régimen francés, pero la construcción del canal es lanzada solamente en 1806 para aprovisionar, en víveres y municiones, el puerto militar de Brest, contra los ataques ingleses durante las guerras napoleónicas.
El canal de Nantes à Brest fue abierto en 1836.
Mide 360 km de largo y cuenta con 238 compuertas para aportar una desnivelación total de 555 m.
Los trabajos entre Châteaulin y Port Launay continuaron con el fin de realizar una represa con capacidad susceptible de recibir la flota marina.
La compuerta marítima de Guilly Glaz fue inaugurada en 1858 por el emperador Napoleón III y la emperatriz Eugenia.
El canal llega hasta el puerto militar de Brest en 1866, pero el tráfico comercial aumenta hasta la puesta en servicio de las vías férreas (Carhaix-Châteaulin en 1911)
La función militar del canal concluye con la construcción de la represa hidroeléctrica de Guerlédan, en 1923, la cual interrumpe definitivamente la vía entre Nantes y Brest.
En la actualidad, la actividad del turismo fluvial aporta una nueva vida al canal.